Cuento con una colaboración de
una persona muy especial que conocí hace varios años. Ella escribió algo que le
gustaría que leamos todos, lo escribió en una época de su vida bastante oscura.
Con esto podremos adentrarnos en la cabeza de una persona que ha estado
deprimida en ciertos momentos de su existencia. No podemos poner un patrón a la
depresión, cada persona la puede experimentar de diferentes maneras, lo único que
podemos hacer es ofrecer nuestro apoyo incondicional a las personas que padecen
de esta enfermedad.
Aferrándome
Camino y camino, debe ser alrededor
de la media noche porque la oscuridad es pesada, casi punzante. No estoy segura
cuanto tiempo he estado atrapada aquí. Acabo de notar que no estoy avanzando,
he estado caminando en círculos todo el tiempo. Me estoy comenzando a asustar;
al principio era un poco emocionante, pero ahora solo estoy tratando de
mantener la calma.
“Tengo que estar soñando” pienso,
porque de otro modo no entiendo como llegue aquí. Estoy en un gigante agujero
del que no puedo salir.
El tiempo sigue corriendo, pero
simplemente estoy demasiado cansada para continuar, de hecho creo que me estoy
acostumbrando a estar aquí. Sé que eso no es una buena señal, pero no creo que
pueda aguantar por mucho más, es por eso
que tendré que perderme a mí misma para poder sobrevivir.
Me pregunto si en algún momento
podré salir de aquí y encontrarme de nuevo y si no es posible reencontrarme, ¿podré
recrearme?, ¿ser la persona que siempre he querido ser? espero que sí, de otro
modo tendría miedo de vivir, tendría miedo de dejar ir todo lo que me impide seguir
y empezar de nuevo.
Y estaría aferrándome al agujero
negro. El lado oscuro de mí, que me acompañará por el resto de mi vida.
-Casandra
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